Algunos ya sabéis que he vuelto al mundo del aula
infantil, compartiendo unas hermosas jornadas con un grupete de bebés. Pero en
esta ocasión no voy a hablar de ellos sino de un tema que ronda en mi cabeza
desde hace varios varios días..
Iniciaré el tema con la ayuda de un breve texto que
nos ofrece Rojas Marcos,( 2000:162):
“...los recién nacidos están programados para
buscar la satisfacción de sus necesidades básicas de comida y de comodidad. A
los pocos días de nacer ya se relacionan activamente con el entorno. A medida
que maduran, el intercambio con el mundo que les rodea se hace más complicado e
intenso. El continuo flujo de imágenes, sonidos, olores, caricias, y sobretodo
de las palabras acompañadas de contacto visual y emocional forjan la
organización cerebral del pequeño. Durante el primer año de vida los estímulos
verbales ayudan a formar la base neurológica que les va a permitir razonar y
adaptarse. De hecho, se ha demostrado que los cimientos del pensamiento que se
forjan en los primeros años de vida , la conexión con otras personas por medio
de las palabras constituye un estímulo muy poderoso”...
Para poder afianzar el autoestima será necesario
tener una percepción y un ideal de uno mismo. Y la percepción de uno mismo nos
llevará a la formación del autoconcepto.
Tener AUTOESTIMA equivale a quererse a sí mismo
aceptando nuestros propios logros y
limitaciones .
Un niño a medida que crece irá construyendo esa idea
o concepto de sí mismo, de acuerdo a nuestras reacciones, nuestras palabras,
nuestras actitudes en relación al pequeño, todo ello le irá ofreciendo esa información
necesaria para que vaya formando ese concepto de sí mismo.
Además creará expectativas acerca de sus
posibilidades y necesitará formar una predisposición positiva con los retos de
la vida, o bien , asumirá la acción de lamentarse, de padecer , de ver lo negativo.
Un niño aprenderá a disfrutar , a ser curioso , a
valorar las experiencias que va viviendo o bien a negarse a enfrentar las
dificultades de la vida.
La clave radica en el inicio de nuestra relación con
ellos. El concepto del Yo y de la autoestima se desarrollará gradualmente
durante toda la vida. Pero no dejemos de tener en cuenta el primer contacto que
tenemos con nuestros hijos.
El aspecto personal de un niño tiene un valor para
sus padres y el entorno inmediato, y van a contribuir a la autopercepción que
ese niño tenga de sí mismo. Las palabras tienen el poder de reafirmar y modelar
la identidad. Por eso, os recomiendo poner en primer lugar el “decir”, el
expresar verbalmente el amor. Esto es importante ya que el sentido del oído es
el más desarrollado en un recién nacido.
¡ Siente lo que dices!!!!, ¡ Vive los afectos !!!! dejarán huellas eternas en nosotros y en nuestros pequeños.
¡ Siente lo que dices!!!!, ¡ Vive los afectos !!!! dejarán huellas eternas en nosotros y en nuestros pequeños.
La seguridad que da el amor en los primeros meses de
vida serán determinantes para ir ayudándoles a transitar en ese camino hacia el
autoconcepto que les llevará a fortalecer su autoestima.
Se puede considerar un precursor de la
autoestima el tener sentimientos
agradables corporales, como el sentirse acariciado,mirado,etc..
En la segunda mitad del segundo año, cuando el niño
comienza a ser capaz de generar metas, es decir, a tener inquietudes y deseos
de hacer cosas por sí mismo, de demostrar que es capaz de obtener logros; y su
autoestima derivará de dos fuentes: por un lado, de la aprobación de los demás,
y por el otro, de la satisfacción de realizar una actividad agradable por sí
mismo y de manera independiente.
Cuando un niño llega a la escuela infantil, los
educadores realizaremos actividades y nos plantearemos objetivos adecuados para
seguir afianzando el autoconcepto, que le lleve a un fortalecimiento de su
autoestima. Pero ATENCIÓN!!! No es un objetivo exclusivamente a cumplir en la
escuela...Sino es un contenido a modo transversal que se deberá trabajar desde
cada hogar para ser continuado y reforzado en otros ámbitos, como lo es la
escuela.
El nivel de autoestima que posea un niño determinará
su desarrollo afectivo, social e intelectual. Favorece el sentido de la propia
identidad, construye un marco de referencia desde el que interpretar lo
externo, y las propias experiencias influyendo en el rendimiento que condiciona
las expectativas y la motivación y lo más importante , que contribuye a la
salud física y al equilibrio emocional.
Necesitamos de una óptima autoestima para poder
enfrentarnos de modo eficaz a los cambios que el crecimiento y la maduración
imponen. Una persona sea de la edad que sea necesita confiar en sus capacidades
y saberse valorado.
Entre padres y educadores ¿cómo podemos promover su
autoestima?....
Con vínculos interpersonales cálidos, con la
obtención de logros y su reconocimiento (para ello las metas u objetivos no
deben ser demasiado elevados) , con el reconocimiento y aceptación de las
características personales de cada niño.
También podemos recordar algunas pautas básicas para
trabajar el autoestima infantil:
ACEPTACIÓN, RESPETO, LÍMITES, APOYO....
La ACEPTACIÓN hacia un niño se expresa teniendo
interés en sus cosas, preocupándonos por su bienestar físico y emocional,
acompañándolo en determinadas actividades y juegos. Con el RESPETO que se
merece sin ridiculizarlo delante de los demás, y aceptando sus limitaciones en
tiempos y maduración. Marcándole los LÍMITES de lo que es aceptable a lo que no
y ofreciéndole un buen APOYO para que el pequeño aprenda a saber qué es lo que
quiere, lo que le gusta o lo que no, y así tomar diferentes decisiones de
acuerdo a su edad... Siempre y cuando
no confundamos apoyo con sobreprotección... 
¡hasta la
próxima !!! con más mimosyarte...
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con arte o con mimos ,tu comentario es muy bien recibido!!!!!!!!!!!!!